Perderlo todo

Me levanto,

con la pesadez de cientos de sueños,

en donde siempre respiraba dolor,

mi visión teje pesadillas,
cuando me detengo a contemplar la calma,

me advierte el sol,
de que una noche más
será la última para muchos,

me encierro entre cuatro paredes,
buscando proteger
lo que ha de estar aún expuesto,

expongo mis verdades,
pero la marea siempre nos quiere quietos,

estimulo a mi corazón para que deje de latir,
apago la mísera impotencia de mi voluntad,

y me sumerjo
en un sueño que no lo es,
con una persona que no quiere escucharme,
entre un silencio
que no parece pertenecerle a nadie,

me sumerjo,
para lograr perderlo todo.

 

El poema refleja el peso existencial de quien despierta cada día con la carga de sueños rotos y el dolor persistente de la vida. La calma, lejos de ser consuelo, se convierte en un recordatorio de la fragilidad humana, mientras el sol anuncia la certeza de la pérdida. La voz poética se muestra atrapada entre muros, luchando por resguardar lo poco que queda, pero enfrentándose a un mundo que busca silenciar toda verdad. El deseo de apagar el corazón y disolver la voluntad se transforma en un descenso hacia un sueño que no libera, sino que arrastra a un vacío compartido con la indiferencia del otro. Al final, la entrega total —“perderlo todo”— se convierte en la única salida frente a un silencio universal que no concede pertenencia ni refugio.

Saludos Cordiales

 

lo mejor

un saludo.

en el equilibrio
el impulso externo
no rige.

 

Totalmente deacuerdo, uno mismo conoce su centro y lo puede maniobrar