Perdí las palabras al encontrarte…

Anduve buscando palabras que al conocerte te describieran…
En todas las noches de luna rastreé tu inocencia como propuse hacerlo.
Y con el alma fui enredando tu cuerpo en mi cabeza,
sin más remedio que dar mi corazón sin quererlo.

Y no encontré palabra alguna que tu ser detallara.
Y no pude entender la razón de no entregarte mis versos.

Llegaste a mí y de tanta práctica se me olvido encontrarte...
Y de tanto amor que diste se me olvidó creerlo.

Anduve buscando palabras que al conocerte te describieran…
Y al ver tu perfección deslumbrarme logré olvidar hacerlo.

 

Y no encontré palabra alguna que tu ser detallara.
Y no pude entender la razón de no entregarte mis versos.


Que nunca hallés razón alguna para no entregar tus versos.

Estrellas y saludos desde Buenos Aires.