Perdido entre los otros

La puerta está cerrada por dentro y yo no la cerré
y estoy seguro que no fui yo quien puso la tranca
ni tampoco el que arrojó la llave bajo la puerta porque
tengo claro que me asusta estar solo
mas bien conmigo mismo encerrado tras cuatro paredes
no es claustrofobia ni miedo a la soledad es algo claro
mucho más simple, se trata nada menos que de pánico
a compartir habitación conmigo mismo
sin tener vía de escape
se trata de que soy peligroso para mi persona
conozco mis debilidades mis fortalezas y como derribarlas
sé como aburrirme, cansarme, desgastarme y doblegarme
sé todo lo necesario para dañarme lo que es peor aún
soy un sádico y me gusta torturarme es por eso que temo
a quedarme conmigo mismo, mi compañía me perturba
de tal manera prefiero la soledad de la compañía de otros
me siento protegido aunque desvivido pero ya elegí
que es mejor desvanecerse lentamente en el vacío aquel
de las relaciones humanas que someterme al puñal
que blande mi persona contra mi, me tortura y me acalla
es por eso que trato de abrir la puerta pero no puedo,
la cerré y arrojé la llave aunque forcejeo fiero
mientras en el otro extremo me miro y me espero
"no podrás", veo que me digo, finalmente me resigno.

Y es que soy un desgraciado definitivamente un sujeto
en demasía peligroso, para mi persona claro quizás
para los demás también lo sería pero yo mismo
me controlo el problema ya planteado y está claro
que me he encerrado y tengo miedo supongo que
quiero matarme, acabar con todo y ya está.

Me miro frente a frente reparando en que no hay
espejo alguno en la habitación, pero ahí estoy,
sentado mirando sarcásticamente mis esfuerzos inútiles
por mantener el control, la sonrisa, claro, es inquietante
saber que el otro conoce la mejor forma para dañarte
mientras disfruta verte torturado porque dios mío que
me gusta torturarme es un placer ver mis gotas de sudor
corriendo por los surcos de mis dudas y grietas del miedo
a quedarme sólo conmigo mismo encerrado frente a frente
entre cuatro paredes
y sin posiblidad de escapar.

Pero con estupor noto que solo me río diafanamente
burlándome de mi propio horror a mi persona
festinando de mi mismo porque claramente soy patético
a mis propios ojos, pero tengo miedo y aunque resignado
sigo tratando de huir de mi propia presencia frente a mi
explicándome amablemente las ventajas de la conversación
en forma de introspección como forma de crecimiento.
Le grito "no hay introspección con un par hablando" pero
finalmente no se si hay uno o dos pero su amabilidad
me aterroriza más que sus torturas quizás sea otra nueva
estrategia de verdugo frío y calculador, no puedo soportarlo.
Junto mis últimas fuerzas y boto la puerta, no había tranca,
corro, corro y escapo de mi, pero al mirar atrás me veo
no me sigo, permanezco sentado riéndome y mirando como
si dijera volverás o tal ves no escaparás aunque prefiero
creer que nunca me atraparé, es por eso que escapo al mundo
libre, me pierdo entre los otros y descanso al fin.

 

Buen poema largo pero con una clara visión donde estar entre la multitud nos deja en un desvío saludos

 

Gracias por el comentario.... como siempre, pocas lecturas