Perdóneme usted señor poeta

Perdóneme usted señor poeta
Si esas rimas que recita con afán
pasan por mis oídos como un ruido sin sentido.

Su poema de amor
es tan egoísta
como yo al conservar este desamor
que carcome mis ánimos de escucharlo.

Perdóneme si esos versos majestuosos
que regurgita de su alma,
no han tenido en mi,
mayor efecto que la indiferencia.

Usted finja que ha escrito del corazón para los corazones.
Usted finja cuanto quiera que el amor ha dado luz a sus letras
y que no le importa el reconocimiento
sino que la emoción toque el espíritu de sus sedientos espectadores.

Yo fingiré que estoy atento y dispuesto
a catar sus versos hasta embriagarme.
Quizás le ovacionare de pie
aunque no haya escuchado ni media palabra de usted.

¡Por favor prosiga!

En verdad hay quien quiere escucharlo...

Yo no.
Lo siento mucho,
soy mas visceral que sensible,
mas neurótico que creativo.
Y mas hablador que elocuente.

¡A la mierda señor poeta!

No voy a escucharlo.
Siga usted musitando cuanto ama y le aman.
Siga cantando su dicha con los acordes de este silencio.

Yo tengo mi propia historia,
mi desamor y mi locura

Mientras finjo estar maravillado,
avivare este fuego que me consume.
Pensare en ella,
la musa de mi actual apatía.

Recordarla tiene un lado doloroso,
olvidarla tiene tintes de imposible.

¿Masoquista yo?...
¡Vaya que si!

Pues sigo aquí fingiendo que escucho su poema de amor.

Perdóneme usted señor poeta
si esas rimas que recita con afán,
pasan por mis oídos como un ruido sin sentido.

 

Hola francisco, te diré que me gusta leer a poetas y poetisas en sus diversos estilos de hacer poesía, siempre encuentro algo interesnte entre sus líneas, se respeta tu idea asi como a la musa que te impulsa a escribir. Grato leerte. Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

BRAVO!! Ya me tengo que ir pero no puedo parar de leerlo y de leerlo porque cada vez me sale una sonrisa con cada estrofa. Es fuerte, directa y con mucho empuje su poema, amigo.

Todos tenemos nuestra propia historia que contar, me alegra haber leido la suya.

Desde este lado del charco un abrazo regio,