Pereza

Quiero irme por el espejo

y por las notas de la música

cuando viene y se anuncia,

cuando me toca y me ensucia.



Le quiero gritar sin fuerzas,

pues me busca cuando se van

por los soles que la luz tuercen

con esos gritos que mudos se dan.



Lo que más odio cerca, en la carne.

¡Sube y sube hasta empalagarme!

Aunque su veneno era algo que desconocía

después se vino con alas y una copa vacía.




Inmunda, sin gracia, asesina maligna,

corre para que escriba y no lea,

para no caminar y así la voz me vean

tal cual triste payaso que sonrisas turna.



No va a ninguna parte, no es infinita,

llena lo puro con tinta que no seca,

nada del tiempo escucha la muy terca

sino cómoda yace usándolo en mi vida.​

 

Bellos versos amigo un placer pasar por tu poesia, un abrazo