Perfume

el santo
Perfume

Las nubes se sonrojan en presencia del atardecer,
la suave la brisa acaricia mis pómulos,
así desearía yo acariciar su rostro,
dulce, suavemente, con toda la delicadeza de mi querer.

Y es que infinitamente la quiero,
la delicadeza de su figura,
su voz de infinita dulzura,
la perfección sublime de su cuerpo.

Y es que la amo profundamente,
la belleza de sus sentimientos,
la complejidad de sus pensamientos,
como se entrega completamente.

Y es que la deseo,
la delicia de sus palabras,
la dulzura de sus labios,
cada aspecto, por completo.

La sutileza con la que intercambiamos miradas,
la intensidad con que me mira fijo,
y es que me encanta cuando esta conmigo,
una criatura tan bella y sofisticada.

La envidia de la sofisticación,
la razón de la perfección,
la expresión máxima de la belleza,
sin lugar a dudas es usted princesa.

La suavidad de su piel tersa,
la picardía de sus lunares y pecas,
la espontaneidad y el carisma,
la blancura de su sonrisa.

La silueta perfecta de su figura,
la majestuosidad impactante de su rostro,
la hermosura de la ruborización de sus pómulos,
estas y mil razones por las que es mi musa.

Y mientras me deleito en pensamientos tan hermosos,
que jamás llegaran a acercarse a la hermosura de sus ojos,
mientras el amor y la pasión me consumen,
llega a mi alma de su belleza el perfume.