Pero no siempre

Debiera despertarme al amanecer
en lugar de tender la cama cuando cae la noche,
cuando cae la noche del árbol de todas las noches,
cuando alguien tira la noche de una pedrada al cielo,
que es cuando me levanto
a levantarla a manos llenas,
pero la mañana siempre me encuentra
con las manos vacías,
la mañana me encuentra siempre sin buscarme
y yo encuentro en mis manos un vacío lleno de luz
como si desde ahí alguien me mirara,
pero no siempre.

A veces la mañana no me encuentra
cuando me busco en mis manos sin nada,
como hoy, que me levanté temprano
y fui a recoger el día
porque alguien lo tiró tu mirada.

30 de septiembre de 2024​

 

Creo, sinceramente, que siempre no existe... pero hay mañanas como nunca (que tampoco existe) en que la nada nos observa.
Me encantó sumergirme en esas manos capaces de componer tan logrados versos... y de componérselas para abordar cada nuevo día.
Un saludote, Pedro, a mitad de la jornada.