Persigo no sentirme derrotado. Soneto.

Persigo no sentirme derrotado
por el trajín de andar a toda prisa,
corriendo sin parar –y de esa guisa-
minando poco a poco mi costado.

Persigo un mundo limpio y relajado
mostrando felizmente su sonrisa,
tomando como meta la divisa:
soy mundo… pero mundo enamorado.

Ya sé que por pecar peco de idiota,
iluso, soñador, fuera de juego,
insulso, tontorrón, cabeza rota…

Persigo -sin soltar palos de ciego-
(en medio de esta infamia que me agota)
la Vida verdadera. Desde luego.