Persigo -yo también- tu amor (A mi hija)

Persigo tu amor, tú lo persigues

estiro mis alas hasta el confín nublado
a ver si te respiro.
Es medianoche,
las bombillas azules te reflejan.

Son horas nocturnas y añejas.
Y yo que te persigo.
Tu amor es pétalo arrancado en la corriente,
fragor del remolino.
Persigo tu poema de mañana
entre la gente,
gente y gente.

Y tú que no estás en el café con leche
ni en las palomas de la plaza;
los árboles, el arco de la avenida bulevar
tú que no estás...

...cuando camino, avanzo y te persigo
seis cuadras hacia arriba,
dos y media a la derecha
"compro oro, compro oro..."
dice un hombre sideral mientras te busco
entre los dados,
y en las pequeñas letras del periódico
el vacío.

Percibo tu cabello así ondulado
y un abrazo in finito
ojos morenos

En el horizonte fiero
lejos
lo persigo, mi amor, y allí te veo,
cerca, cerca
conmigo tu amor aunque lo busque
entre tus huellas
donde nacen los latidos.

Pervivo tu amor
así estés lejos.



Mayo y te extraño, 2018.​

 

Bellísimo poema para un amor sin medida, nuestros hijos son nuestra vida y todo es poco para sentirlos a tope y desearles lo mejor siempre. Abrazote vuela amigo César. Paco.

 

Carajo, Paco, la extraño...

Muchas gracias, mi compa. Un abrazo para ti y mis cariños a tu Amanda sin fronteras.

 

Una preciosidad hermanaso ¡¡ No digo más nada y lo vuelvo a leer.

 

Yo perdí a mi hijita menor, falleció en 2016, y aunque se trata de otra manera de extrañar, los hijos son ese amor profundo, único, intenso, irrepetible, que se extiende por toda la eternidad.
Cuando alguien de esta casa dedica un poma a los hijos, me detengo a dejar palabras, porque nuestros niños merecen que les expresemos con el arte que humildemente manejamos, la inmensidad emocional que nos hacen sentir.
Tu poema es hermoso, no solo técnicamente, sino además desde un concepto espiritual.
Saludos cordiales, fue un gusto leerte.

 

Es grato leerle, Poeta.

 

Gracias mi papá bello y adorado................los dos sabemos que nos adentramos demasiado a la inmensidad.............yo persigo tu amor todos los días papá............mientras, tu persigues el mío..............No es para menos..............Yo te adoro mi papacito..............y te extraño infinitamente porque tu eres mi columna...............Si de pronto, esta adversidad que se avecina, nos aleja.........nos veremos pronto en lo inmarcesible,ya que en esta vida no se pudo..........en la otra te amaré mucho más...............................Tu hija que te ama con todas sus fuerzas.......Tu Claridad.

 

Sí, debe ser triste. Es también difícil cuando no lxs hemos visto.

Le agradezco mucho su presencia, maestro y compañero.

 

Gracias, mi hermano del alma. Que todo esté bien para nosotros mañana y los días subsiguientes. Se te estima.

 

Tendría tanto qué decirle... pero esto es un espacio público en el que la gente viene y va. Como un bulevar. Le regalo una lágrima.

 

Grasia

 

Ojalá existan otras vidas. Cuesta descifrar el sino de la vida, mi princesa. Si estamos llamadxs por la vida a ser justxs y buenxs ¿por qué es la gente justa y buena la que es aniquilada todos los días por la gente injusta y mala? ¿Será que hay que ser todavía más obstinadamente justo y bueno? ¿Será que no tenemos remedio?

Yo no quiero tener que amarte en otra vida. Y menos todavía, pronto. Yo quiero en esta.

Gracias a ti por haber estado aquí, mi hija preciosa. Te amo.

 

Un hermoso sentimiento florece en sus versos. El amor de padre e hija se percibe y es maravilloso.

Me da gusto y mucha alegría que usted esté en la vida de Claridad, ella lo admira y quiere muchísimo, y sé que también usted por todo lo que dice su hermoso poema y por todo lo que representa en su vida.

Yo, humildemente solo puedo decirle gracias.

Un cordial saludo.

 

Es grato que hayas estado en este poema. Admiro tu poesía. Gracias por tu amistad.

 

Muchas gracias por su presencia aquí y por esas hermosas palabras, joven poeta. Le saludo desde las cercanías de Caracas, Venezuela.

 

¡Admirable! El poema, el padre, la hija, el amor manifestado, el modo de hacerlo.
Te entiendo...te entiendo César, un abrazo y casi unas lagrimas porque no las voy a dejar salir, que se queden limpiando mi mirada mientras amo a mi hijo.

 

Ama a tu hijo, mujer, paisana, primavera. Ámalo en esta vida, y si lo tienes cerca ámalo más. ¿Lágrimas? Guárdalas para las felicidades y para las tristezas... esto es apenas (y quién sabe si lo es) un poema.

 

Bella dedicatoria amigo César. Encantado de que hayas compartido tu buena poesía. Un fuerte abrazo.

 

Épale, compañero del aire... te saluda el cisne negro de las letras. No, pana, el placer es mío de que hayas venido por acá y me hayas regalado tu comentario. Buen mundo para ti, hombre. Abrazo grande.

 

Un poema que sale de lo más profundo de tu alma de padre. He conocido primero a Joel y luego a Claridad, ahora conozco al papá de tan amada Claridad. Su nombre lo indica, es todo luz. Estás en Venezuela? donde estallan las calles? es por eso que no se pueden ver?
como tu dices ¡Carajo! que eso no te impida buscarla y que los envuelva un abrazo. Tengo a mi hija en Brasil, la tengo en mi corazón, pero como tú necesito del abrazo.- Te acompaño poeta en ese sentimiento. Una cosa que a mi me sirve, es saber que mi hija está feliz.
Piensa si te puede ayudar saber que Claridad con Joel es muy feliz. Tal vez alivie esa necesidad. Un abrazo.-

 

Catia, así se llamó un cacique del Valle de los Caribes (Karinás) Toromainas. Uno de los tantos que cayeron como producto de la invasión española a Venezuela. Un cacique del Valle de las caracas (las plantas de pira, "caracas" así llamadas por lxs toromainas, lxs mariches, y otras familias tribales que aquí vivían.

Estoy en Venezuela, sí... y por su comentario infiero lo que se dirá de nosotros en otras tierras. Debo precisar, sin entrar demasiado en detalles, que es falso que están estallando las calles. Lo único que ha estallado acá es la codicia; Venezuela es una especie de mina milmillonaria de oro, diamantes, petróleo, agua, gas, coltán, manganeso, aluminio, hierro, luz solar... con más de millón y medio de kilómetros cuadrados de territorio (contando el espacio marítimo) y apenas 32 millones de habitantes.

Pero sí, podría decirse que por esa codicia desatada, mi hija y yo no podemos vernos justo ahora. Como sucede con usted, mi niña mujer habita en mi corazón, ella lo sabe desde hace tiempo. Le agradezco el consejo y también que se haya tomado el tiempo de leerme y escribirme. Lo valoro mucho.

Le envío un beso cordial.

 

Saludo para usted también, compañero. Gracias por venir a visitarme en mi espacio poético, aunque este es más de mi hija que mío. Ella es mi amor bonito. Nada más qué decir.

Brindo por su salud y bienestar, Maestro.

 

Muchas gracias por haber estado aquí de nuevo. Saludo grande desde este lejos.