Pertenecemos.

Cosas tan lindas como tú,
necesitan especial trato,
si pudiera cargaría esa cruz,
y te evitaría cualquier daño.

Al notar tantas cicatrices,
mis ojos se humedecen,
haber visto días tan grises,
alguien como tú no merece.

Mira lo que han hecho,
a un ser así tan frágil.
promesas besos huecos,
por tocarte y lastimarte.

Aquella sutil caricia,
no ha sido en tu favor,
he visto como mendigas,
por una migaja de amor.

Si existe un plan maestro,
donde lo más bello se cuida,
porque caminas en este suelo,
con sucio lodo y afiladas espinas.

Queda tan poca ternura,
para expresar el mañana,
de las cosas lindas a oscuras,
solo duda y miedo en miradas.

Lo que el mundo necesita hoy,
son personas como tú eres,
y saber el despiadado dolor,
no es lo que al planeta mueve.

Pertenecemos a la luz,
y somos seres de paz,
como el cielo más azul,
y cristalina agua del mar.

 

Un poema enigmático, porque el destinatario aparece afligido y separado de su Felicidad.
Es fémina, o así lo sugiere tu descripción.
Entonces, ¿ Dónde fue la Felicidad ? ¿ Dónde marchó ?
Hemos de tener en cuenta dos aspectos de nuestra trayectoria, por el planeta:


a ) El Dolor es la forma más sencilla de aprendizaje.
b ) La mucha Felicidad, provoca traumas.