Perversa Hécate

En brumosas noches de luna llena, en flameados cruceros de sangre de toro salpicado, la muy perversa Hécate, madre de los muertos, se aparece con una horrible imagen de vampiresa. Ojos inyectados en sangre, pálida como la aurora y labios hinchados. Los campesinos que pasan por allí aceleran el ritmo; para no ser sonambulizados por la magia negra de la muy ilustre diosa de los manes. Los cadáveres se levantan de sus tumbas. Y un horrible grito desde lo más recóndito de la noche hace reír a Hécate. Ésta abre las fauces. Y con colmillos plateados traba en la carne deliciosa de un niño muerto pero sin bautizar. Los cuervos bajan a tierra. Y picotean en las cuencas de las calaveras agusanadas de los restos de la cena de la terrible gorgona. Los mullidos campos exclaman llantos piadosos a los dioses. Pero éstos no mueven un mísero dedo. Hécate, la flor y nata de la nefanda goétia, es la emperatriz de toda la obscuridad; teñida de horrores ancestrales sin fin.

 

Unas horribles, pero hermosas letras me pones a mi paso
Me ha cosatodo leerlas, pero me han gustado
Un saludo