Pervertidor de monjas

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Pervertidor de monjas


¡Sentir pasión por damas de convento...!

Amor wampiro. Dulce, cuasi amargo.

Me voy a condenar por el encargo

de monjas que me llenan de contento.


Son mujeres hermosas a rabiar

que tras hábitos quieren ocultarse.

A nadie en este mundo ha de culparse

si el placer, ni su dios logró cambiar.


Caminan observando sus zapatos

y yo quiero mirar en sus mejillas

el rubor que les quema las costillas

cuando nos encontramos tiempos gratos.


Autor: Jorge de Córdoba​

 

Un gusto leerte... saludos

 

Un poema, con un tema muy controversial... Como siempre cosas de
la vida, que para todos los gustos hay. Reciba mis saludos, cordialmente:

 

No hay perversión, en este caso, sino Morbo.
El Morbo es un aliciente, a la hora de comulgar.
Porque comulgamos con el trabajo de cada día.
O sea, la honradez: Derechos y deberes.
Morbo es atracción por lo prohibido.
Entonces, el siguiente paso es un mandato: ¡ Andad !
De un lado, Morbo-Andad, y del otro, Amor-Bondad.
Siendo el Amor, diverso. Abundante. Que se ramifica.
Y la Bondad, la comprensión de lo abstracto.


Amor-Bondad + Morbo-Andad = Cosmos o firmamento.


Nace así, la X o incógnita, como partidaria del núcleo generador blanco-azulado.
Y el círculo, que se dedica a rodar, rodar y rodar películas de cine.
Luego por tanto, X es Amor-Bondad.
Y el círculo, Morbo-Andad.


Círculo que está presente en muchas banderas: La India, el pueblo Gitano, el Japón...