Pétalos de espino

Tus palabras me corroen las entrañas
¿De qué te extrañas, flor del ocaso,
cuando eliges el néctar del amigo
antes que el agua de mis manos?
Con pétalos de lirio y tallo de rosal
te levantas, mas tu olor cambiado
se agita entre los vientos del levante
con aroma de mieles y de clavos
como incesante traición a mi espera,
como un cuento sin final acabado
Ahora te clavas puñales de tristeza,
luego te regarás con mis llantos
para que sanen bien las puñaladas
que cargadas lanzaste sin pensarlo
¡Húndme! ¡Húndeme sin demora,
pues las penas se rompen a palos
y callendo en lo más profundo
hasta que allí quede todo olvidado!​