Pie izquierdo, pie derecho.

Tolerancia, respeto, Amor, agrado.
Hacia ti mismo, y luego, hacia los demás.
Veteranía, ingenuidad, ciencia o magia.
¡ Todo eso sobra !


O mejor dicho, son para ti, exclusivamente.


¡ Celébralo !
Los hechos universales no necesitan testigos.
No tienes por qué imponer tu criterio.
A cada cuál, le llega su Momento, a lo largo de la vida.


Y tal vez tu paradigma o manera de ver el mundo,





no les haga ilusión.
De ilusión también se vive...
Y es esa sonrisa, lo que vamos buscando.
No la obediencia ciega, a un profesor, o doctor Lumbreras.


La higuera da higos o brevas, mas no peras.


¿ A qué esperas para cerrar el pico ?
Ni siquiera te presentes, ante los muchachos.
Ya sabes que no consienten que les tires de las orejas,
o les des collejas con la mano abierta, en la nuca.


¡ Plaff ! ¡ Plaff !


Moraleja: " Toléralos, respétalos, ámalos y agrádales. "

 

Que viva la tolerancia. De cualquier índole. Pero sobretodo la empatia y el respeto. Bastante certero y con buen humor por la ignorancia
de un mundo de eslabones desprendidos. Un placer leerte y reflexionar con una sonrisa. Un saludo con afecto, poeta compañero, Nommo.

 

El eslabón perdido es el Áfricapiteco, precursor del Australopiteco, el cuál pasó el testigo al Homo Hábilis, que a su vez, devendría en Homo Erectus, para que éste, en la carrera de relevos, fuera substituido por Neanderthal, que engendraría a Cro-Magnón, para que finalmente, apareciera más ilustre aún, como Homo Sapiens.


Actualmente, el Homo Sapiens cuenta con muchas variantes ( negro, blanco, chino, esquimal, gitano, payo, judío, gentil, hispano, latino, árabe, vikingo, godo, celta, íbero, etc ). Y así, en los reinos animal, vegetal y mineral. Todo ello, junto, es llamado bio-diversidad.


Pero el origen de la vida en el planeta Tierra, fue el virus, y poco después, la bacteria, que contaba con su propio núcleo. De la bacteria, obtendríamos la célula, que ya está dispuesta a cooperar. Y con ella, la colonia pluricelular, que va adquiriendo mayor discernimiento, conforme se complica la estructura de su cerebro o decodificador. Así, llegamos al puerco, la encina, el perro, la serpiente o el tiburón. Son complejos.


Con respecto al caracol, la mosca o el musgo.





El seso en las plantas, no está localizado en un encéfalo o cabeza, propiamente dicha, sino que se distribuye por todo su cuerpo, de las raíces a las ramas.