Pielambres.

Agrietada noche de relámpagos
rasgan feroces la nocturna calma
destila el cielo sus nubarrones en gruesas lagrimas
silba el viento entre los sauces,lloran en soledad,
sentado al pie de la ventana, una copa de vino acompaña la brevedad
de su luz,
tras de mi,tendida, su ternura dormida,flotando en sus sueños.
La cálida penumbra acaricia el cendal ropaje de su piel,
en su desnudez habitan las inquietas mariposas del deseo
sendero bordado de destellos de auroras,
de sus frágiles manos las ondinas caricias del mar
que dejan murmullos de aquietadas olas ,
y en el plenilunio de sus ojos los cuentos de hadas
cierta presencia de sus amaneceres,
y en mi corazón los latidos que palpitan acelerados
por la dicha solar de tenerla a mi lado.

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Agradecido,luz a tus caminos,igual para ti,cariños,