Plañidera eterna

Las mañanas siguen siendo arduas,

pero las noches son peores,

el día parece una montaña rusa,

dependiendo de algunos factores.

Ahora se agregó este insomnio,

que fue transmutando de a poco,

hace semanas el sueño llegaba

con mucha dificultad y tarde, pero arribaba.

Ahora ya no llega,

y cuando siento un poco de somnolencia,

cierro mis ojos y se esfuma instantáneamente,

como haciéndome burla.

Mis pensamientos y preocupaciones

hablan en mi cabeza y todos al mismo tiempo,

junto con esta nueva obsesión de un multiverso,

en donde no cometí errores que me llevaran a esta situación o

donde simplemente no existiera en lo absoluto.

Esta privación del sueño me hizo hundirme,

así que, desesperada por dormir,

por ver en negro mi mente y no pensar…

¡No quiero pensar! ¡Cerebro desconéctate!

Opté por somníferos…

sin embargo, solo disfrazan, y me ponen caretas,

pero al menos duermo.

Ahora despierto con una tremenda presión en mi pecho,

y lo que solo me pasaba algunas veces,

Ocurre todos los días y la mayor parte de ellos.

Esta presión, como si alguien estuviera aprisionando

mi pecho muy fuerte y constante,

hace querer ser una plañidera eterna…

¿De dónde salen tantas lágrimas?

Con explosiones más intensas que otras,

distintos niveles de sollozos…. ¡uffff!

Qué turbio y oscuro es todo esto.

Solo es esta mala racha que me hace pensar,

regresar a los errores,

y sé que “los hubiera” no existen,

no obstante, no dejan de atormentarme,

son como un alma en pena,

que me castigan, me apuntan y me reprochan

todo el tiempo y energía desperdiciado

durante todos estos años.


Miércoles 05 de julio 2017

 

Bello y por momentos angustioso poema, surgen fluidos sus versos y una cruda más que melancolía se apodera del lector, en este caso yo. Me gustó mucho amiga Cafla, espero que solo sea un poema. Abrazote vuela. Paco.