Plaza del Atrio.

Vagar por estas calles nuevamente
cuando el cobarde sol ha desertado,
mientras cala la lluvia mi pasado
pintando una gotera en el presente.

En la Plaza del Atrio está latente
un olor a balón avejentado,
era luna, acababa en el tejado,
y retazos fragantes de mi gente.

Volver sobre mis pasos para hallar
mi niñez enterrada en naftalina,
y a romperme por no poder sacar

un dolor que me punza como espina.
La muerte yerra cuando entra a matar,
solo es ruido de sables con sordina

 

gracias poeta, un abrazo

 

Hermoso soneto desgranado en un dolor de naftalina. Un bello poema. Van mis estrellas.

 

Muchas gracias ludmila por tu paso, un abrazo

 

Le ha quedado muy bien escrito, estrellas...

 

Un soneto lleno de dolor, de ese dolor que ya ni siquiera nos mata, pero nos deja sin vida.
Siempre un gusto pasar por tus letras, saludos.

 

Excelente poema amigo Antonio, grandes letras que dicen mucho.

Mi afectuoso abrazo.

 

Un exquisito soneto a la nostalgia, a esa melancolía que nos traspasa los huesos, al cansado camino del triste recuerdo.
Este poema siempre me hace un nudo en el alma!
Besos y abrazos Coloso,
Chiqui.-