Pobre hombre

Todo tu estiércol de amor
Abonó la irascible ponzoña de tu maltrato.
la diana a la que tus puntiagudos disparos herían
la esperanza de tu huida hacia delante, después de martillear con tu veneno la sosegada cama de mi madre que de donde saldríamos escupidos al mundo de su confortable útero ya no abriría más su notable cama de invadida y desgarrada inocencia. El ogro desestabilizó
toda nuestra verdad contra su maquillaje de charada con una reputación abonada como caballero del barrio de Salamanca ,pero nosotros no olvidamos la tortura eclosionando en el culo de una araña, donde sus crías salen y devoran, en este caso a su padre. Que continúa la maceración del escaparate y del que dirán.(pobre hombre).



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