Poema 336

Y no tuve ni un segundo
ni mas ni menos que mi mundo
un pequeño ojo de paciencia
tocando mi dolor dentro del aire
agua que recorre nuestros días
bebiendo lentamente la vida.

Aura que de consuelo nos tapa
estandarte del mas e importante
cumulo de sueños.

Ya no tengo tiempo de tu sueño
me caigo sobre las calles marchitas
una mula que se cobija en sus pesuñas
una hora que de agujas ya no tiembla
y yo, vos, y la aurora
no perdemos ni un segundo de la suerte.