poema 41

Me sentía perdida, sin metas
ilusiones, ni esperanzas
Caminaba por un camino incierto
lleno de dudas, lleno de oscuridad
No veía, no sentía, no percibía
y a lo lejos, encontré una luz
Poderosa tenaz y persistente
me intrigaba y me acerque hacia ella
Flotaba en el aire con mi cuerpo
y solo me dejaba llevar por su atracción
Me acerque, la observe y me encandilo
abrió lentamente mi camino
Despejándolo hacia rumbos
que estaba necesitando
Decidí transitar por el
guiándome por la fuerza de esa luz
que no me abandonaba
Sentí poder, sentí confianza, sentí seguridad
y me aventure a lo que me ofrecía
Esa luminosidad encandilaba cada paso
y dejaba marcada una fuerte huella
Como registro de cada momento vivido
Esa luz que nunca se apaga sigue en mí
cada vez que cierro mis ojos
Cada vez que abro mis pensamientos
Cada vez que respiro
y en cada latido de mi corazón
Esa luz la que hoy me alimenta de cariño
Calma mi sed con dulces horas
Embriaga mis sentidos
con tiernos besos
Envuelve mis miedos, dudas
y temores con su manto protector
Que me resguarda con sus alas
siendo mi ángel
Cierra mis ojos con su imagen
cada vez que voy a dormir
Descubrí esa luz, me acerque
y me apropie de ella
Y supe que era parte de vos
Porque esa luz
es la que poseen tus ojos
Y descubro su brillo
cada vez que puedo mirarte.

 

Un poema para la memoria, memoria del encuentro y la integración a otro ser. Admirable, sigue esfozandote.
Gracias alecalo, considerame tu amigo, recibe besos y abrazos.