Poema de un adiós cercano

He conocido la tristeza de mi pluma,


de mis papeles y mi bloc,


de los sobres y sellos en carcelados.​

La desolación de los lugares públicos


la solitaria y vergonzosa sala de espera.


He conocido la melancólica rutina de una coma,


su baile en los versos.


El infinito duplicado de los objetos


y su tétrica orfandad.​

He visto la bruma solitaria en los caminos,


el polvo fino como harina


cansado de acariciar las ásperas piedras.​

He visto el gotear de la primavera


sobre los cabellos de una mujer


ensalzando su vejez y bello débil rostro.​