Poema dedicado al Mar y Sol encarnados.

"¡Negro! ¡Negro!", Irma Elena gritaba,
a Peché, su esposo,
y único médico en guardia,
en vísperas de un gran suceso,
el nacimiento de un alma,
una niña hermosa,
que a este mundo llegaba,
mar y sol, por amor unidos,
y por ese nombre llamarla,
para así recordarle al mundo,
que lo que hoy, sin saber,
el mundo confundido y dormido descarta,
ayer fue, y hoy sigue siendo,
la eterna grandeza,
en apariencia olvidada,
como la primogénita olvidada,
es el norte del sur,
y la madre de toda una patria:
Cumaná dio a luz a Venezuela,
y Venezuela libertó muchas patrias;
y tú, Marisol,
como la tierra que desde tu nacimiento te llama,
has sido madre de tus sobrinos y ahijados,
que, al SOL de hoy, han salido de casa,
para atravesar el MAR de la vida,
"¡Feliz Cumpleaños Madrina!",
tu ahijado, y tu familia te admiran,
por la entereza de tu fe,
y el amor, con el que tu alma,
se entrega día tras día,
al mundo, sin medidas.

La playa de San Luis ha sido testigo,
de cómo el cielo y el mar unidos,
borraron sin reparo y con motivo,
el horizonte,
ilusión que percibe el ser humano en dualismo,
para así manifestar el verdadero sentido,
el hombre y la mujer unidos,
padre y madre, masculino y femenino,
conciencia divina manifestándose,
y reconciliando todo conflicto,
una nueva historia, llamada Marisol;
Cumaná, El amor Creador Divino,
te regala el nacimiento de un nuevo prócer,
de ver tu centenaria historia,
tener nuevamente sentido,
en la piel tostada por el SOL,
de una mujer, que, como el MAR,
imponente e incansable,
se entrega al mundo para servirlo,
Mar y Sol envueltos,
en una mujer, con un corazón grandísimo,
llevando muy alto en su frente,
voluntad, estudio y sacrificio;
Nueva Toledo,
ves a ahora a tus hijos crecidos,
dando a luz a una nueva Patria;
Marisol, el cielo y coros celestiales,
Himnos en tu cumpleaños cantan,
y una corona de laurel,
tu padre, José Mercedes,
desde los cielos orgullosísimo te regala.

Tu nombre es sinónimo de victoria,
que trasciende a lo infinito,
para unir el MAR de la vida,
con el SOL, en el alma escondido,
Marisol, como tu amada patria,
-Venezuela-, no estás derrotada,
ni fracasada,
sino atravesando tu sombra,
y del bullicio, llegar a la calma,
los polos de la vida,
la luz y la sombra,
el recorrido del alma encarnada:
Marisol, este es mi regalo,
Dios no se ha equivocado,
eres un milagro,
perfecta te ha creado,
la impronta divina
en ti ha sembrado,
dándote para siempre el regalo,
de ser Mar y Sol:
Marisol: te amo.

 

Agradezco de todo corazón, que en ese poema hayas descubierto todos esos atributos, más, te aseguro, que ella es más que todo eso.