Poema II

Cuando callan las voces y se oye el silencio
me parece hablar contigo una vez más.

Te digo una y otra vez lo mucho que te quiero;
y quizá me escuchas, pero nunca lo sabrás.

Porque hay cosas como la soledad y el silencio
que sabes que existen pero tratas de evitar.

Y tal vez en otro lugar, en otro tiempo
como aquella noche, nos volvamos a ver
y como aquella noche, una vez más, te volveré a querer.

Y te esperaré cautivo en un amor que no existe
quizá alguna vez, pero ya no, no más.

Y soñaré sin querer hacerlo, casi como recordando;
momentos que no fueron, que jamás serán.
Recordando frases de amor y de esperanza, nunca dichas,
viviré una vida de mentira, tan falsa,
tan falsa como el color de las nubes al alba...

Pero yo se que luego, con el tiempo y ayuda
como la herida más grande, esta también tendrá cura.

Tiempo después de este tiempo te recordaré,
y hasta sonreiré, por dentro, por lo que fue bueno.

Y si te volviera a ver, me animaría a saludarte
como amigos naturalmente, como un café.

Sin miedos ni nervios, ni miradas ni roces,
Sin lágrimas, sin recuerdos, sin que me importes.

Sin una gota de curiosidad, sin perder jamás el aire.
No miraré atrás tu silueta desdibujarse en el horizonte.

Porque ya te habré olvidado, ya estaré con alguien.
Caminaré sin saber si te volveré a ver, sin preocuparme.

Aunque tal vez, al alejarme, me vire para mirarte...