Poesía del hombre que está a punto de morir

Si las alimañas que comerán mi cuerpo después de muerto
te escribieran sobre los muros que te sigo amando
no le recriminaría a la muerte su única túnica de larga ausencia
ni el silencio inagotable de mi memoria y mis hallazgos

Si un hechizo de magia blanca devolviera mi cuerpo
como una silueta en el rectángulo claro de tu ventana
para hallarte la boca con mi eterna nostalgia de hombre muerto
no le temería a la muerte su última jugada

Si fuese eterno en el dulce afán de besarte
si consiguiera atraparte entre mis tenues brazos de espectro
no lucharía contra la noche y su avance incontrolable
prometiéndole a la Parca cosas que ni siquiera tengo.

 

Esta poesía es bellísima, es sutil, es dulce, sumamente amorosa tocando a lo más temido...la muerte.

Me encanta la idea de decirle a la muerte que el miedo más grande sería no poder acercarnos al ser amado para expresarle nuestro sentir, para seguir amándole, más allá de dejar de existir.

Yo la pondría en poesía de amor.

Mis estrellas, es genial esta poesía.

 

Muchas gracias corazón. Creo que es válido el pensar que tras la muerte, el cielo y el infierno son el mismo castigo si cuentan con las ausencias necesarias. Retrazar la muerte es buscar la posibilidad de volver a sentir cariño, de volver a darlo, de sentir que hemos saldado las cuentas con quienes cuidan de nosotros.

 

muy buen poema, saludos poeta