Poeta instantáneo.

Si no triunfas; si no revientas;
si no estallas en mi pedazos; si no eres júbilo;
si no te manifiestas;


si no creas, de la Nada, tu Universo... Entonces, debes escribir estrofas llenas de versos.


Y te comprendo, en tu bendición.
Te extiendo, en tu redención.
Mantel blanco, limpio, sobre la mesa.


Que no eres tan ingenuo, pues has conocido la esclavitud del Temor-Maldad.


En las noches; en la nariz; en la pesadilla; en el olfato...
Los perros huelen el Miedo.
Y el Temor-Maldad es el amo de cada Momento.


Como las aceras de baldosas y cemento.


Vuelves al Amor-Bondad, al corazón. Es tu refugio, y te da la razón.
Tienes que salir a flote. Debes apuntarte a un curso.
Y participar en los talleres artesanales de un gremio.


Puesto que obras son amores, y no buenas razones. Haz algo, por la vida.





Aunque sea un cenicero de arcilla, muy pequeño.
Y tus méritos alumbran nuevos fracasos.
Y tu vergüenza y tu angustia, te ayudan a parir.


Hijos, obras o responsabilidad. Todos París, y sois fecundos. Un minuto contiene 60 segundos.