Pompeya

Poder cambiar simplemente es la ciudad

y el campo madura según la narrativa

sin desprender una sola cabeza de su

árbol genealógico, pero poder cambiar es malo

es una variedad de ciudades o una especie

que no ha muerto.

Tal como lo dice el retrato, el roble

va desprendiendo su mancha y la casa

se desprende a la vista de todos los

personajes. Que todo va a cambiar

se puede recuperar sin aviso y sin tregua

amordazando tan simple bajeza

que la de un beso.

Yo podría tener una copa

o una corona sin dioses

en tanto manipulo

que las rocas siempre quedan

limpias; el tacto de un león

es tierra como el nombre y como la piedra.

Algún filosofo haya escrito julio cesar

o credo en su vestimenta

hasta frotar rápido esta

cayendo bajo por las escaleras

sin rumbo, en tres ciudades pequeñas

también y sin ciencia alguna

que la de una sabrosa comida. Pero

estaría manipulado el gobierno,

saldría de noche el gobernador,

taparía el cielo su bosque, dentro

de una semana que nació.

 

¡¡¡GENIAL!!!

 

Estupendo poema.

Un abrazo.