Por desgracia es verdad.

Es curioso como las personas actúan y reflexionan, más curioso todavía y si cabe destacar es que este modo de actuar viene condicionado en su mayoría por el desarrollo social que esa persona ha obtenido a lo largo de su vida, así pues una persona que a conseguido relacionarse con muchos de sus iguales podrá considerarse una persona sabia y realizada. Por el contrario una persona que desafortunadamente no haya logrado relacionarse con la gente, será una persona incompleta e ignorante. Pero lo verdaderamente triste son aquellas personas que habiendo tenido oportunidad de relacionarse con gente, oportunidad de descubrir un mundo de sabiduría y reflexión, oportunidad de realizarse como personas, rechazan esta ocasión convencidas por una trise creencia la cual las embauca hacia un agujero de infinita ignorancia, la peor de las enfermedades, la cual no tiene cura y conduce a la soledad traducida como muerte en vida.