Por el periplo del Santo Padre.

Padre Santo, o Santo Padre.
como sea, te llaman Santo,
porque vives en tu torre de marfil
en las alturas del pecado
muy cerca del que llamas creador.

Tú que ocupas el sillón sagrado
que un día ocupara Pedro,
que habitas y duermes en Roma
donde no llegan las penas del sufrido.

¿ Sabes que existe el país
de los condenados ?

Donde las balas
hablan por bocas de los dioses
donde Jesùs no va a los niños
cuando estos son abusados por tus curas
donde el hambre rompe el rosario
sacramento diario del afligido.

Santo Padre,
si siguieras la desnuda huella
que un día caminara Cristo,
comprenderias que la muerte habita
en otras latitudes, escondida,
a las miradas de tu cortejo.

Santo Padre, o Padre Santo
como prefieres que te llamen,
no te pido que vengas a mi tierra
donde nuestros hijos pierden su infancia,
sólo te pido que algún día denuncies
que el hombre en su ambición,
ha desafiado al Cristo globalizado.

Simón Reyes.

 

La santidad no está en la sotana, está en el pecado. Saludos.

Simón Reyes.