Por el resto de mis días

Mirando el sol ocultarse
a través del horizonte,
por entre medio del monte
su luz comienza a esfumarse,
Antes que llegue a agotarse
la contemplo nuevamente,
mientras que llega a mi mente
por la brisa transportado:
el recuerdo del pasado,
que sigue siendo presente.

Porque, aunque sigas ausente
en mi corazón resides,
y que te extrañe consigues
ya que vives en mi mente.
De mi jardín fuiste fuente
y de mi cielo, un lucero,
en mi mar fuiste un velero
que tranquilo navegaste,
y hasta mi puerto arribaste
que te acogió placentero.

Tu único amor verdadero
que en la distancia persiste,
y que a morir se resiste:
como Cristo en el madero.
Un amor puro, sincero,
mi alma era tuya, sabías,
y aunque en mi amor no confías:
te seguiré añorando;
te he de continuar amando,
por el resto de mis días.

 

Bellas décimas encadenadas con un hermoso sentimiento como lo es el amor incondicional al ser querido.
La fluidez con que se leen es admirable.
Es alli donde debo destacar la calidad del poeta.
Y debo decir que ha sido un verdadero placer le lectura de una composición con tan bello sentimiento.
Mi admiración y mi cariño. Marta

 

Encantado en demasía que te hayan gustado mis Espinelas, es verdad, amar a alguien por el simple
placer de amarlo. El resto de tu comentario me hace sentirme más humilde aún de lo que soy, espero
seguir mejorando como meta propia.
El placer es absolutamente mio al recibir tamaño galardón con tus comentarios, Dios alague tus
dias bella dama y compañera poetisa.

 

Gracias por el calificativo a mis espinelas, cuando el amor es tan profundo, cualquier momento
es un bello pretexto para recordarlo.
Creo haber corregido esa pequeña gran falta, gracias mil por el apunte y su amable comentario,
saludos.

 

Maravillosas décimas donde el amor se hace poesía para verter su belleza. Un placer pasar por su obra, reciba mi más cordial saludo.

 

Maravilloso tu comentario y tu amable visita, un cordial y fraternal abrazo, querido compañero