Por qué dudo

Si tengo el valor
para la cruel batalla.
Si no me asusta,
el clamor de la turba,
el grito del gigante,
el golpe de la espada.
Si regresé del frío,
de la muerte inocente,
del rechazo tibio,
del golpe del fuerte,
de la frase atada
al final impotente.
Por qué ahora, dudo.
Si ya no me importa:
ni el ayer perdido
ni el mañana oscuro.
Ni la gloria negada,
ni al momento que huyo.
​

 

¿Será para recordarte que sigues vivo?

Un beso, Luis.

 

Por que si tu fe fuera verdadera aunque fuera tan pequeña como el grano de mostaza.... Saludos!

 

Es interesante como no tenemos miedo a las cosas mayores pero si a las menores.

Abrazos fraternos en la distancia,

 

Mi abuelo decía que los verderos héroes estaban muy adentro de las personas mas temerosas. Ahora veo a las calandrias defendiendo su nido de la presencia de chimangos cuatro veces mas grandes y lo entiendo. El motivo nos hace ganar valor o no. El humano pasa toda su vida pensando en que es lo que le conviene y en cinco minutos elige saltar al vacío para salvar a ese otro ser humano que a lo mejor no sabe ni su nombre.
Un abrazo para ti.

 

Excelente trabajo, importantes letras muy bellas.

 

Gracias a ti por juzgarlas así. Honrado estoy.
Bendiciones.
Luis.