Por qué la fe no parece lo que es

No sé, no sé, no sé,
que sucede en mi mente.
A simple vista, en no muchos segundos,
se podría afirmar que no carbura.

Un ego desmedido no es mi caso,
si cualquier contratiempo
me induce a la escritura,
a resolver con parches mi sensibilidad,
la cual me callo.

No soy lo que aparento,
menos lo que parezco.
Todos saben mis trucos,
que les voy a contar...

¿Qué procuro salir de mi universo?
Absolutamente irrisoria esta tendencia.
¿Son mis síntomas?
¿Por qué no dejé de escribir
justo
en el instante
en que
vestí la poesía de rayas y tachones --solo eso-?

No me sorprendería que estas ruines hazañas
se conocieran en todas direcciones,
"Un hombre que ha querido salvar y destruir el universo."

Tampoco nadie se inmutó.
Hoy en día, a los locos no se les hace genios,
ni mucho menos se les hace puto caso,
lo sé porque yo estuve ahí arriba,
lo sé porque ahora estoy
aquí
a
b
a
j
o
...Y más que quiero estar, lo juro
por los castillos que levanté en el aire...
desde dentro de mi pecho...
Y por Dios, abordado desde todos los ángulos.

Nada funciona mal en mi cabeza,
solo he sido objeto de la fe.
​

 

¿Entiendo que estar abajo es cuestión de fe? o ¿he entendido todo el revés? me ha resultado muy curioso e interesante el modo en el que se presenta esa aparente contradicción...

¡Saludos!

Palmira

 

Hola buenas.
El tema radica en desarrollar los efectos de la fé, sea arriba o abajo.
Igual no lo expresé correctamente.
A mí por ejemplo no me hace falta la fé cuando estoy bien, pero cuando estoy mal me dejo llevar por ello.
Conclusión:
Nos cuesta mucho liberarnos de dogmas y doctrinas/creencias.
Espero haberme explicado mejor.
Gracias por tu comentario, Palmira.
Abrazos y felicidad.