Por quién esperaba

EL candor de tus ojos

lo más diáfanos, profundos,

que mi alma vieron.


En los rincones,

en el magín, caricias

besos, deseos,

llevar a término quisiera

mujer excelsa, eximia.


Semilla a lo más profundo

de la tierra árida, estéril,

abluciones de tú ser

brotan, crece el árbol

nuevo, fuerte, verde.


Riachuelo, de alma grande

que surcas los xilemas

del árbol nuevo, fuerte,

de aromas de flores.


¡Oh! amada mujer

que a la vera del remanso

de aquel río manso estabas,

yo era aquel, que en el día

del sol esperaba vida,

y en las noches las estrellas, esperanza.


Fuiste tú naturaleza humana

la vida, la madre tierra,

donde nace, mi ser humano.

 

Hermoso poema José, toda una adoración y entrega a lo que se ama
Un gusto leerte me amigo, saludos

 

Agradezco estimado Maldonado tus palabras. Un fuerte abrazo del alma.

 

Hermosura preciosa de emocionantes letras sobresalientes.

 

Bellos versos de amor que brotan de la tierra y son raices de vida. Muy bueno José Antonio. Un abrazo. Paco.

 

Espléndidas letras, maravilla de obra brillante.

 

Muchas gracias estimado Jorge por tus palabra. Un abrazo del alma.

 

Muchas gracias nuevamente amigo Paco por tus palabras. Un abrazo del alma.

 

Otra vez visitando esta maravilla hermosa y resplandeciente.