Por tu única aurora, en mar

y es que hasta las rosas giran
​

Desbocado al viento,

por tu sed,

gira lento el cáliz necesario,

en piel.



Desbocado en sol,

por tu luz,

por tu única luz iridiscente,

llega ciego el rezo enamorado,

sin querer,

al hierro.



Desbocado en sed,

cunde ahora el viento en don,

perdido en luz,

por tu aurora,

por tu única aurora,

en mar.


​

 

Le he dicho
que lo que me encanta
de sus versos
es que no cierran?
Estoy segura que sí
siempre digo lo que me encanta.
Es una manera de tenerlo vivo.
Me agrada mucho leerle
bajo estos términos
algo románticos
Saludos Caballero.​

 

Es verdad. Los versos nunca se cierran, continúan alrededor de un único encanto gris, aquel que está al inicio de cada poema. Todo abismo necesario inicia siempre con un baile circular.

Sí. Romántico es el gran cautivador de primaveras que viola las sonrisa en un destello, por doquier y sin parar. Ud. lo conoce bien a ese caballero azul: es ese hacedor de encantos que es Alemania secreta, la del peregrino oculto, cotidiano.

 

Donde siempre brillara... Un gusto leerte

 

¡En efecto, brilla siempre, brilla en cada encanto detrás del mar gris!
Un abrazo,

 

Hola
es bella esa imagen
de la aurora naciendo
en lo profundo del mar.
Grato leerte
Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Gracias por pasar Mujerbonita y por las estrellas,
saludos,