¡por un error!

Por un error fui a parar a tus brazos,
vaya proeza la de tus manos
acariciarme toda en cuestión de segundos,
sin poner objeción te califiqué como
pervertido,
y sin denunciar tal acción
decidí que debía responder
a tus deseos;
desde ese entonces
insisto en verte,
incurro en el delito de que se repita lo mismo,
sé dónde vives,
qué lugares frecuentas
y si estás comprometido.
Ahora por ese error,
soy yo quien no te deja quieto
y por dónde quiera me aparezco
en cada rincón te olfateo,
con cada canción te recuerdo
pero tú...
como que no quieres nada conmigo.

MJRS


​

 

Igual si te lee se anima y le sirve de estímulo...
Un placer leerte,saludos

 

Bonitos versos que lograron plasmar el torrente de tu deseo por ese hombre, un saludo.