Portal de Belén.

Ven aquí, si te atreves.
A mi cinta de Moebius.
Repara en su haz y su envés. El recorrido circular por sendas superficies que se tocan.
Es la evolución del Cosmos, y la metamorfosis de Kafka, presente en las ocho notas musicales.





Mi Creación ha de morir, en un momento dado. Big Crunch, y no es un gran Pecado.


Big Bang es nacimiento explosivo.
Estamos todos expuestos, y por ello, el estilo sigue vivo.
Somos santos, tontos, castos contundentes o magos, elegidos-justos,
maricas, reyes, Paraísos de sublimación, y obreros. Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do.


Estamos todos juntos, en la misma Ecclesia. Comulgamos con el cero.


Con el vacío. El Caos que envuelve al Universo. Temor-Maldad, adverso.
Es triángulo, además, de economía, ecología y psicología.
Siendo el Creador, un círculo, para rodar, rodar y rodar películas de cine. Chocolate puro.
Círculo y triángulo forman la estrella. Porque la esfera se adorna de rayos, que son su corona.





Muchos triángulos, para un mismo Sol. Muchos momentos, para un mismo Eón.


Siglo tras siglo y milenio tras milenio. La manzana se estrella contra el muro.
Finalmente, los mil millones de años adquieren vida propia.
Manejo, dominio y gobierno.
Y se dedican a convertirse en dueños y señores. Como un solo corazón blanco-azulado.


Por ello, el Señor. Yo soy sólo, un pastor. Y el Portal de Belén, destino ansiado.