Precisa a mi piel.

Ni poco ni demasiado,
ella es justa a mis deseos,
casi perfecta, casi salvaje,
alisa con sus años mis arrugas
y resta mis años con sus besos.

Ni mucho ni suficiente,
siempre quiero más de sus manos sabias.
de sus piernas ebrias,
de su piel reciente,
de su risa beoda,
de su amor a medias.

Ella despeina mi calma,
pone agua en mis semillas
y enciende de nuevo mis cenizas;
ella es exacta, ni poco ni demasiado,
ni mucho ni suficiente,
solo precisa a mi piel como una horma.

Ella fomenta mi avaricia,
corre al compás de mis agobios y mis prisas,
alegre espectadora de mis celos imprudentes,
no dice nada,
solo convoca con sus manos mis caricias.

Ni poco ni suficiente,
solo precisa a mi piel como una horma.