Presente adormecido

Vislumbra en la tierra,
dueños de alma y pasiones,

vislumbra la guerra,
corazón delator,

se agranda la herida
cuando el corte es profundo,

se cubren los días, de última noche,
se cubren de oscura melancolía,
de completa pobreza inmaterial,

se forman las horas,
en las ubres de la luna amada,

alimenta la historia al destino,
pero la historia nunca vive, sobrevive,
en los ojos del eterno lector,

como sol desgarrado,
el atardecer desangra nuevos amaneceres,

como sueño apagado,

la muerte conoce sus placeres,

y se inundan los cielos,
de algo mas negro que el olvido,
de esas horas últimas,
que son primeras sombras,

primera muerte,

de esas idas del tiempo,
de viento tieso,
de tiempo inmenso,

cuando el cadáver del muerto susurra,
cuando la vida pulula de dolor,

cuando la ira es estruendo puro,

y el cielo caerá como profecía,

como infierno silencioso, abrumado,
entre tumulto de fieles condenados,

y las horas serán presente eterno,
presente adormecido.