Primavera entrante

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  Vuelan mariposas de alas diáfanas
  alrededor de mi amada
  y al volar esplenden opalinas,
  en luces trémulas y profanas,
  que les fueron despojadas,
  con muelles suspiros, a almas
  altivas y alabastrinas.
  Ven mi bella, luz del alba,
  lis mortal de flores albarinas,
  mi copa de marfil, llena
  con un celeste rocío;
  ve el bello éter que os refleja,
  mi rosa ambarina y bermeja,
  mi musa, ven amor mío.
  
  Dame tu mano blanca y sutil
  y yo os daré esta que vibra.
  Dame esa, su caricia gentil,
  y yo os daré el alma mía.
  
  ¡Oh, linda y hermosa reina!
  Quiero ser vuestro vasallo,
  como este sol gallardo, que peina
  tu cuerpo venusto, con un rayo.
  Uno de aurora espléndida,
  que semeja un endeble desmayo.
  
  Nada más bello que tu sonrisa,
  esta que me enciende el brío
  Nada más ardiente que su brisa,
  una de estrella, de estío.
  
  Diosa rodeada de candores,
  que me brinda esplendor y romanza,
  la flor más bella de las flores,
  la que a mi alma zahareña amansa.
  Tú, mi galante ser ambarino,
  ¡Tú mi bella, tú mi estrella!
  Soy tu pajarillo, ten mi trino.
  
  Ve, en esta colorida vereda,
  como se entreabren las rosas,
  el lis, follajes, las mariposa…
  ¿Ves? Es porque llega primavera.
  
  Pásame mi copa. Ten la tuya,
  la áurea, esta, la brillante,
  y embriaguémonos de olor,
  de canto, de beldad, de colores,
  con la primavera entrante,
  y andemos en éxtasis de amores.
  
  Levantemos nuestras copas,
  que el sahumar vernal,
  mientras se unen nuestras bocas,
  las colme de vino forestal.
  
  ¡Mira, allá! De aquel arcoíris,
  lejano, mágico y rico,
  salen, áureas y volubles,
  hadas rubias y preciosas
  y gnomos con cortos picos,
  que llevan soberbios en la mano
  y no como tizonas filosas,
  sino, como cetro de soberano.
  Quienes se tornan fornidos
  y pican sincronizados
  extrañas rocas de cuarzo.
  ¡Se fisuran, Se rompen las rocas!
  Rutila, salen seniles hados,
  quienes con magia suprema
  el lánguido suelo azotan
  y pregonan: “¡Primavera!”,
  al encenderse el cosmos de aromas…
  ¡Ahora es más bella la vereda
  y las flores más hermosas;
  y aún así, sigues siendo primera!
  
  ¡Mira, Ya abrieron las rosas!...
  
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Hermoso! Un poema maravilloso.
Me ha encantado leerlo. Las imágenes
son muy lindas y me parece verlas al
ir leyendo tu poema. Saludos cordiales.

 

romántico y floral, como la primavera que pintas a tu amada...
me voy en flor, jajaja.

besos

 

Aunque no he vivido el éxtasis de la primavera me imagino que es muy bella por lo que cuentas.
¡Por consiguiente! A tu poema de doy mis estrellas.

Saludos,
desde Panamá.

 

Gracias... Todo un placer poder compartir mi escrito con vosotros... Besos y abrazos llenos de aromas primaverales desde nicaragua

 

Un sublime poema, todo primaveral
Y hermoso.
Placer leerte
Saludos

 

¡Qué bonito! Además de bien hecho, delicado y lleno de elaboradas y buenas imágenes, me encantó.
Saludos!!

 

Gracias, el poema lo hice mientras recordaba una ecena que viví, claro aunque me guie un poco en fantasia así como cuando soñamos lo vivido y vivimos lo soñado... Me deje llevar por el numen y la pluma escribía sola y sola la poesía surgía.