Profunda Pena

Tengo una profunda pena
que arrebata mi existir,
quitándome las ganas de vivir,
los ánimos marchitos por la espera.
La fiera soledad que me rodea,
destruye poco a poco la esperanza,
dejando en su lugar, la despiadada
congoja de saber que no vendrás.
Mas, tú, por otro lado forjarás,
un bello pedestal con nuevos sueños,
en tanto que mi pecho en su tormento,
da paso a la tristeza y el dolor;
haciendo que mi pobre corazón,
entone en sus latidos el calvario,
la gran tribulación que tú me has dado,
dejándome tan solo sin tu amor.
Pero hoy, ya comprendiendo adolorido,
lo inútil de pensar en tu regreso,
me voy hasta la iglesia y allí rezo,
pidiendo a Dios me dé resignación.

 

Que tristeza, amigo mío, y que belleza al describirla; y aunque, a veces el consuelo tarda tanto, siempre la esperanza estará llamando a tu puerta. Gran trabajo, te felicito.

 

Las penas por amor son muy profundas; sin embargo, tu poema es bueno.
Tiene buenas rimas y ritmo.

Saludos!