Profundizar y esclarecer.

El Pasado quedó atrás,
y los escarabajos vuelan, al atardecer.
Las nubes sonríen, en conjunción con la Luna y las estrellas.
Los mares tumultuosos, se untan sobre el lecho marino, como mantequilla,


sobre una rebanada de pan.


El brillo metálico de las olas, me hace sentir el latido visceral de la maquinaria disuelta.
Robóticos detectives privados que investigan profusamente, nuestros Recuerdos.
Para sonsacar de nuestra Memoria, la jurisprudencia acumulada durante siglos.
Y así, compilar el Derecho Positivo, rescatando la enciclopedia, de las estanterías más altas.


Polvorientos tomos nutridos de episodios nacionales,





que atestiguan nuestro paso por el continente, generación tras generación.
Volúmenes prohibidos a los escépticos, que evaden las profundidades abisales,
que sin embargo, atraen a los delfines.
Y en esa obscuridad, bajo inusitada presión, prospera una élite aplastada, que sobrevive.


Así, la luz brota espontáneamente, de esas criaturas monstruosas, que resplandecen...


Y son santos fosforescentes a pequeña escala.
Pequeños maestros de luz, de grandes mandíbulas.
Yo soy solamente un pez-espada; un emperador veloz, que trata de abrirse paso,
para acumular Donuts. Y otros pasteles que ensartaré, en mi peculiar pinchito moruno.


Soy un raudo camarada, que colecciona obras de madres y abuelas, comprometidas.

 

Concurro

 

Este poema se me ha ocurrido mientras pensaba en Al Pacino.