Prosa desprolija, con destellos de un poema, para mi enamorada

Salgo a buscar el horizonte. Me encuentro en un velero bien lejano del sur. La tierra me ha olvidado hace meses. La luna me saluda cada noche y con la brisa me peino. A veces con la lluvia me baño. Las locuras de antaño, son dulces recuerdos.
Cuando te hablaba por msn, recuerdo, te quería conocer. Quería reconocerte por tus botas, en un bar del centro. Navegando mar adentro, de tu corazón. ¿Acaso, me diste caricias en esas tardes anaranjadas? ¿Acaso, me dejaste mirarte a los ojos, cuando la noche empezaba?
Desayuno con frutas, un mañana primaveral, con la ventana abierta. Con guitarra en mano, y un susurro tuyo en el alma. Acariaciando tu pelo con calma. Y pensando que ya no haya futuro. Que con ahora es suficiente y vasto. Que con ahora, soy feliz mirando el pasto. Que con ahora y con tenerte, la noche cambió de color.
Pero el ahora todavía no llegó. Y veo el futuro lejano. Con nada en las manos. Y con el horizonte todavía tan lejos. Te habrías ido sin decirme siquiera "hola". Y allí, ente las olas, te recuerde, tan triste el alma. Te añore como el cielo añora a la noche en el día. Como te añoraba ahora, que de esto ya sabía.
Quizás me anime esta noche, a pedirte que cuando esté en el mar, dentro de años. Cuando la brisa salina me despierte cada primavera. Cuando el sol inquieto, me reproche los fracasos. Cuando triste e indiferente ize una vela deshecha, me hagas acordar que el pasado fue distinto, que aquella tarde parecida a esta, me distes un beso en la boca. Y el futuro haya cambiado de rumbo. El mar quedaría tan lejos como ahora la luna. Que con tus manos de ternura, el agua de mar me habrías secado. Es haberme despertado, de un futuro que perdió a este presente.