Proteínas del Hambre.

La ayuna crónica oprime sus cerebros,
los hace ínfimos, los hace huecos, perforados
alterados, camuflados de seres humanos.​

Usados de bastión en momentos inminentes
botados al olvido cuando para tal fin ya han
servido.​

Pisoteados y de hambre retorcidos, contornean
su figura ósea cada día más blanda, cada día
más dura.​

Sus mentes disminuidas jamás desarrolladas,
pues sus semillas, ni la de sus ancestros fueron
ni apenas regadas.​

Germinan con esfuerzo, pero es cosecha perdida,
jamás alanzaran la altura requerida.
El elocuente estrago hará que pronto sean trillados.

Mientras tengan sus ojos abiertos, viven implorando al cielo
[SIZE=4]por dejar de sentir el tremendo crater en sus cuerpos,[/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=4]igual que alma en pena deambulan por la de todo nutrida tierra.[/SIZE][/FONT]​

[FONT=Times New Roman][SIZE=4][I]No hay margen ha nada, solo queda con el hambre [/I][/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=4][I]Arremeter ¡¡¡ya!!!, agua aceptable, vertederos, proteínas[/I][/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=4][I]y podremos barajar otra vez, el sencillo triangulo lograría en tres décadas permitirles Ser.[/I][/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT]​

[FONT=Times New Roman][FONT=Times New Roman][/font][/font]

 

A mi que vivo en tu mismo país, donde siguen muriendo los niños de hambre, muertos, más que por la pobreza, por la desidia de los poderosos miserables, me conmueven en extremo tus versos.
Mil estrellas para tu corazón atento y abrabesos desde el mio.
Rosanna

 

Gracias Rosanna por tus estrellas, los mismos deseos para vos, recomiendo ver en YouTube videos del Dr Abel Albino, después de escucharlo, después de conmoverme, después de indignarme, me inspire en su mensaje para estas letras, es real que la desidia de los que deberían sustentar para revertir esta situación es lo que la afianza mas y mas, pero es sencillo, un pueblo débil mental es mas fácil de gobernar.

 

Todos los poetas de Mundo Poesía tienen una sensibilidad orgánica fuera de lo común, además de haber pensado profundamente.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

 

Bienvenida.