Prueba

Provando la dureza de vuestra puerta de entrada, con los nudillos.

Qué mirada inocente que de inocente no mira nada
en el lúgubre inconsciente que de decir todo lo calla
para padecer migrañas, para borrar magañas
en el espacio infinito repleto de telarañas
por donde hubo en camino, la senda de la mirada..
la observancia perezosa que nace por la mañana.

 

certero texto...gracias por compartirlo...un abrazo infinito..

 

Sexteta de versos asonantados, todos en (a-a), lo que a mi entender, lo desluce un poco,
pero que trata un tema de miradas,
correctamente tratado,
en un clima de indolente desidia;
un saludo,
edelabarra