Puede la derrota

Dulces caricias, tristes esperanzas.
Cansados caminos y ásperos recuerdos.
Éxtasis en el aire, desdén en el aliento.

Recuerdo y lo olvido, vivo y agonizo.
Perderme en el descuido y aparecer en mi nombre.
El llanto de mi madre y la risa de mis amigos.

Un nuevo día, una nueva derrota.
Esperar y dejar, mirar y dormir.
Me alejo del tiempo, vivo sin armonía

Triste realidad que te alejas, pido piedad.
Mentira del nuevo amanecer abandóname.
Extraña soledad otra vez apareces en mi cama.
Dulce abandono, con gusto a ti me vuelvo a lanzar

 

No encuentro los detalles del por qué, más allá de ese llanto de la madre, que desde luego no es poco, pero transmites perfectamente, con gran intensidad y capacidad de conmover, ese estado atormentado. Si, como en el caso de muchos de los que escribimos por aquí, tus letras proceden de tu experiencia real, ojalá pudiera aliviarte ese peso.

Me gustó especialmente este verso: