Purgando artificialidad

¿Cual es la situación? No es una, mas bien son varias, casi incontables, proliferándose en el cuerpo estratégico de un proyecto artificial...
Gente infeliz es gente dominable, gente dominable es gente al servicio de las ambiciones de otras gentes, es gente enjaulada, es gente que sonríe su mediocridad, es gente inmóvil, es gente que no confía en si misma, por lo tanto es gente incapaz, gente que no cree poder transformar nada, gente que no piensa mas que en su plato de comida, en su abrigo, en su sillón frente al televisor, en su pupitre mirando al frente, prestando atención a la clase, gente oprimida, gente segura, gente que recibe a domicilio las respuestas a sus preguntas existenciales, gente que olvida los besos y siempre recuerda los tiempos, siempre destierra a su corazón, y lo zambulle en el silencio, gente callada que no expresa lo que siente...
¿Cual es la situación? Al final es una, ni siquiera es la ambición por conseguir mas y mas dinero, ni siquiera es ese cuento abominable de conquistar al mundo, ni siquiera es esa historia doliente de segregar todo lo distinto y restablecer una raza única, no, va mucho mas allá... La situación que acontece, la que siempre ha acontecido, es de piedra, y en su actualización se endurece mas y mas... Desde el principio de los tiempos se viene buscando lo mismo, nada, se viene buscando lo mismo, todo, y nadie y todos creen saber que lo que hacen o deshacen es la forma correcta de construir o destruir las murallas, y así venimos, catalogándonos de gentes oscuras y gentes blancas, de gentes altas, de gentes bajas, de gentes gordas y gentes flacas, y hasta a veces de verdaderas gentes y animales...
¿Cual es la situación? ¿Cual es la peor de las situaciones, mas allá de las guerras, mas allá del hambre, los maltratos, las modas, los bancos, las naturalezas agonizando en los rincones del planeta? El amor que nos falta, el amor que está en todos lados y no logramos ver, el amor que se lanza en su vuelo directo, día a día hacia nuestras almas, amor que llega y se va por no ser bienvenido, amor triste y vagabundo que puede andar y anda en las calles, y a veces, y mas que nunca, en esos callejones olvidados, en esas selvas intransitables, en esos desiertos abrazadores, en esas montañas deshabitadas, en esas palabras que no decimos, en esos rincones hermosos a los que nadie se acerca por miedo a perderse, por miedo a que las historias de este sistema de cartón y lata sean ciertas, y esa certeza los lleve a la muerte.

 

Qué genial escrito!! Sinceramente, me ha parecido una reflexión real con sentimiento, con pasión y con argumento. Hace mover el pensamiento y las conciencias. Felicidades.

 

Muchísimas gracias... Me entusiasma encontrar almas comprensivas, que entiendan mis preocupaciones y mis anhelos... Muchos saludos y abundante luz para tus pasos.