Qué hacer

Siempre llegas tarde si te nombro.

Quizá si yo hubiera callado estarías ahora conmigo.

No sé qué hacer si esperar, sin más, o invocarte.

Desde tu ausencia me dirás cosas que no sé
porque no las viví junto a ti.

Si llegas tu cuerpo me hablará sin ninguna piedad.

A mí me gustaría que solo fuéramos un silencio de amor.

 

Me ha gustado mucho como dejas reflejada esa ausencia, esa espera, esa incertidumbre. El final es magnífico, querer ser solamente “silencio de amor”. Gracias por compartir.

 

A veces los silencios y las ausencias, cuando hablamos de seres inteligentes, son grandes oportunidades para aprender y enmendar. Pueden ser caminos hacia finales felices.
Tus letras tienen una gran ternura que toca los corazones de quienes te leemos.
Un abrazo con la admiración de siempre.

 

Gracias a ti, Antares, por leer y comentar. Un abrazo.

 

En esta oportunidad, nos obsequia un poema más sencillo en su argumentación... que tiene un personal romanticismo; algo que realmente se siente.
Cordialmente:

 

Me agradó.
El dialogo es intimista y dubitativo como solo el amor nos suele hacer sentir a veces.
Bello
Saludos

 

Gracias, Cecy, por leer y por el amable comentario. Un abrazo.

 

Hermoso verso final. Un gusto leerte.

 

Gracias, Iván, por leer y por el comentario que dejas. Un saludo cordial.