¿ Qué me pasa, doctor ?

Me están siguiendo, de un tiempo a esta parte.
Parecen espías rusos, como Napoleón Bonaparte.
Si bien, es cierto que éste era africano negro.
¡ Oh, pierdo los papeles ! Enloquezco, como mi suegro.


Me casé el año pasado, con una lavadora.


Se llama Zanussi, y parió siete polluelos.
Cada uno es cada uno, y cada seis, media docena.
Les lleva al colegio, por las mañanas, el libro.
Don Libro va volando, y a los siete, los lleva colgando.


Son hermosos, mis cepillos de dientes.


Como los siete colores del Arco Iris,
las siete notas musicales,
los siete días de la semana,
o los siete enanitos de Blancanieves.


¡ Basta ! Me estoy hartando de tanto escribir,


a Pamplona, he de ir.
Con una media, con una media.
A Pamplona hemos de ir, con una media
y un calcetín.

 

El doctor está confundido y googlea su desconcierto con la esperanza de encontrar algún caso parecido, pero es en vano, Nommo hay uno solo...

 

¿ De veras ?
Buscaré la información, a ver si encuentro un caso parecido...

 

Bastante colorista este caso, siempre divertidos tus poemas amigo Nommo, enhorabuena. Saludos, que vaya todo muy bien.

 

Sí, Tribu Zen.
Si quieres aprender, enseña.
Como decía Cicerón.