Qué me pasa

A la orillla del río hay un camino
y en su margen derecho está mi casa,
mis miserias, detrás de la argamasa,
ocultas a los ojos del vecino.

Allí dentro se fragua mi destino
con la experiencia que mi vida amasa,
descarto aquello malo que me pasa,
pues de culpas jamás me recrimino.

Con paso lento avanzo tan cansino
que el alma de mi cuerpo se desfasa
y la senda a seguir ya no adivino.

Y entonces caigo en hondo desatino,
a mi pecho la pena le traspasa
y fuente de consuelo no adivino.

 

Difícil es que a nadie pase lo que dscribe tu soneto. Lo dices con poesía, todos tenemos miserias, las mostremos o no, todos sentimos alguna culpa, aunue lo neguemos, y nos bajan por cansancio hasta la tierra de los humanos, de vez en cuando hasta de rodillas. Muy buen esrito has dejado. Estrellas y abrabesos

 

Un buen soneto Alberto, con rimas continuas, que trata de las miserias que todo ser humano contiene, muy bien realizado, te felicito.
En este verso "que mi alma de mi cuerpo se desfasa", yo cambiaría ese (mi) por un (el), para que el artículo posesivo no se repitiera tanto, tan junto uno de otro,pero solo es una observación personal.
Ha sido un placer leerlo.
Un saludo cordial y reputación.

 

Por tus bellos versos puedo saber que eres plenamente humano y un extraordinario poeta.Genial soneto !! Un abrazo

 

Bello y sentido poema nos dejas.
Unnplacer leerlo. Saludos.

 

Muchas gracias por tu consejo que me parece muy acertado y ya he hecho el cambio oportuno. Celebro mucho que te haya gustado el soneto y te agradezco mucho tu reconocimiento.
Un saludo afectuoso, estimado poeta.