Que mentira, continuación del anterior

¡Que mentira! El amor jamás estuvo
fue un destello de ilusiones que llegó
solo una luz opaca que brilló
solo un momento y desapareció
dejando en tinieblas y agonía
aquel iluso que se ilusionó.

¿Cómo unir los retazos del olvido
el amor que con llanto se pintó
Con la tinta de un corazón herido
que anhelaba con sus fuerzas ser amado
aunque fuera solo un segundo
y así probar las mieles y el roció
de esos labios con sabor de vino
que en un verano un alma conquistó.

¿Cómo remendar las heridas hoy abiertas?
Y calmar un poco el dolor
¿Cómo olvidar que siempre ha estado prisionero?
de los recuerdos de un instante que surgió
sin buscarlo ni esperarlo en su puerta
sin ver que con el viento apareció
dibujando un espejismo sin fronteras
que hizo enmarcar para siempre una cruel desilusión
tatuándola en esa piel morena
cuando de ti sin querer se enamoró.

 

El amor, confusa palabra que si no se tiene clara solamente provoca dolor, una bella continuacion, grato leerle, saludos!

 

Que fuerza desprendes de tus poemas, esta continuacion me a gustado incluso más que el anterior, desgarrador y cierto.
Excelentes poemas.