¿Qué pintáis aquí? (In memoriam)

¿Qué pintáis aquí?

¿Qué pintáis aquí?
Una fiesta, en dos días,
dicen que de democracia...
y vosotros, malnacidos,
venís haciendo la "gracia".

¿Gudaris? ¿ETA? ¡"Txakurras"!
De Juanas y Oteguis varios:
¿queréis llenar los diarios?
¿colapsar los noticiarios?

Guardaos la razón cazurra
que os guía. En los calendarios
no os quedan días, matones,
no cabéis ya, asesinos...
Montad manifestaciones...
¡si sois todos clandestinos!

Isaías Carrasco... ¿quién era?
Ex-concejal socialista
con su hija a su lado...
¡El heroísmo acrecentado,
que por ser protagonista
otra vida ha segado!

Venid con negociaciones:
¿“problema vasco”? Entendido.
Sois soberanos cabrones
(permitid el exabrupto,
porque en caliente lo escribo).
Todas las aberraciones
que cometéis, bala en mano,
a este simple valenciano
le dan pie a tentaciones
que mencionar fuera vano.

No hay razón absoluta,
en eso estamos de acuerdo
(quien no lo esté, no está cuerdo)
Mas jamás la fuerza bruta
fue efectivo argumento
que razone la disputa
y aún el envilecimiento.
El tiempo todo lo muta,
pero hoy y aquí, os lo cuento
(y al contároslo no miento)
el que sólo es violento,
y mata sin recatamiento,
insensible al sufrimiento,
oído sordo al lamento…

… es un vil hijo de puta.​

Con todo mi desprecio, hijos de puta. Nunca lo diré lo bastante. Nunca lo gritaremos suficientemente alto, suficientemente fuerte. Hijos de puta.

Nos dais asco.

 

ME UNO AL GRITO.

Gran poema.

 

Yo rechazo al terrorismo , pero a todo el terrorismo el de izquierdas, el de derechas, el politico, el emocional, todo...
pero no puedo llamar hijos de puta a todos los que no piensen como uno, tengan las ideas politicas que tengan,
hay muchisimos radicales vascos que rechazan el terrorismo. Asi como los nacionalistas catalanes jamás han usado el terrorismo como medio para nada.Sinceramente me parece un poema fuera de lugar y desacertado,y que muchos merecen el mismo respeto que los que piensan que España es un pais unico e indivisible....sólo eso...

 

Pasado un cierto tiempo y leyendo comentarios viejos y nuevo, diremos:

• Maramin: comparto tu idea de las palabras gruesas, con una acotación. No creo que sea cuestión de saber o no saber expresarse cada individuo: es una elección que nace, como casi todas las cosas del lenguaje, del hablante. Elegimos las palabras -o "nos nacen"- principalmente por dos motivos: el primero, la intención de influir con las palabras de una u otra manera en el receptor. El segundo, quizá más irracional, de la situación emocional del hablante. En todo caso, un placer leerte por este rinconcito, y un saludo.
  
  
• Jocahel: Comparto tu imposibilidad de llamar "hijos de puta" a todos aquellos que no piensen como uno. Pero de eso no trata el texto, sino de aquellos que únicamente son violentos, sin razón alguna, el que mata gratuitamente. Los radicales vascos que rechazan el terrorismo, así como los nacionalistas catalanes, no aparecen en el texto. No se hace ningún elogio de la unidad de España ni de España como unidad de destino en lo universal, ni nada parecido: únicamente se habla del asesinato cobarde y sin sentido que practican los asesinos de ETA.
  
  La única referencia política, si se quiere entender así, es la que se hace del "problema vasco". Pero ni siquiera hay opinión sobre él: ni se valora, ni se analiza, ni se comenta. Se utiliza en el texto como la excusa que utilizan los asesinos para buscar una legitimidad a lo que por definición es ilegítimo. Decía Castallione que "matar a un hombre para defender una doctrina no es defender una doctrina: es matar a un hombre". Eso sigue siendo tan cierto como cuando se escribió: de eso va el texto.
  
  Si la crítica vehemente al asesinato gratuito se traduce automáticamente en una visión intransigente de las opiniones ajenas, mal vamos. En todo caso, gracias por leer, por interpretar y por comentar: eso siempre es positivo.
  
  
• Palini: ¿Qué decirte? Gracias por unirte al grito: cuantos más seamos, antes se darán cuenta de su sinsentido. Ojalá lo hubieran entendido ya y huberan cambiado las pistolas por las palabras. Gracias por el comentario: siempre es un placer tenerte de visita por mis letras.

 

Lo mejor que he leído el día de hoy...

Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos,
Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos,
Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos,
Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos,
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Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos,
Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos,
Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos, aplausos,

 

También me uno a este grito, y al homenaje a Isaías, ojalá y tus palabras sirvieran, pro no sirve diálogo con quien no respeta la vida de la gente. YO nunca confiaré en treguas hasta qu no lleven 40 años o más que son los que llevan matando, extorsinando, amenazando y dando por el mísmísimo culo,
entonces después de 40 años alomejor si me creo que dejarán las armas...pero quisiera a verlos a todos entre rejas, no absueltos.

un abrazo Halloran

 

Me uno a ese grito desgarrado haciendo una puntualización. Respeto toda opción política, incluso las que hablan de la divisibilidad de la España indivisible, pero lo que no aceptaré jamás es el tiro en la nuca, la orfandad gratuita, el dolor de las viudas, el sentimiento de impotencia y el daño por el daño.
Creo que el terrorismo está de más en un mundo como el de hoy. Ya nadie piensa en la guerra de guerrillas, excepto los descerebrados, ya nadie piensa en la conquista del territorio excepto los avaros del poder, ya nadie piensa en la ideología por las armas, excepto los nostálgicos y ya nadie piensa en la imposición de religiones excepto los más radicales.
Hoy el mundo es libre y debe seguir siendo libre. Todo, absolutamente todo se puede negociar con la palabra. No hay necesidad de "Hijos de puta" porque al final, si, al final son eso, ellos mismos lo provocan.
Un saludo y mis condolencias a la familia de Isaías, a toda la familia de Isaías, que hoy somos todos.